viernes, 16 de diciembre de 2016

Zonas de Pesca en Galicia

Zona de pesca: San Vicente, Península O Grove.

En esta zona vamos a tratar una zona amplia y muy recomendable. Sin duda es de los puntos más conocidos de Galicia para la pesca y un destino imprescindible, si no lo hemos probado ya.



Se trata de San Vicente, en la península de O Grove. Intentaremos verla en detalle, completa. Aunque es muy extensa. Por eso la dividiremos y analizaremos por separado. Lo haremos en cuatro apartados.

El primero corresponderá a la zona de Pedras Negras y A Redonda, poco fondo, bajos, grandes sargos y pintos. Podemos alejarnos de costa e ir descubriendo nuevos puntos, cabezos y caídas refugio de grandes pintos. Cuevas de sargos y robalos. Incluso las doradas se dejan ver habitualmente por allí.

La segunda zona corresponde a la línea de costa más escarpada. Una orilla tendida, de poco fondo, con bajos por fuera. Canales y caídas, perfecta para todo tipo de pesca. Si salimos hacia afuera, empezamos a tener fondos ya respetables.



Detalle de los fondos de la zona. Bolos, agujeros y gran cantidad de gorgonias

El tercer punto es Con Negro o “la teta” (nombre que recibe al ver Con Negro desde el mar, ya nos imaginamos el motivo) Una gran zona de pesca. Exigente y que ofrece grandes resultados si la sabemos explotar. Bajos, pesca a la espuma combinada con caídas a fondo y bolos. Muy buenas zonas de lubina y sargo… la veremos en detalle.

Finalmente, O Pombeiro. Una isla y faro, con bajos alejados de costa. Según esté la marea, un infierno de corriente. Y una ensenada abrigada, cómoda y tranquila para pescar. Ya hacia la ría otra zona calmada. Hay mucho que ver aquí, y parte de la zona debe quedar restringida a si contamos con apoyo de una embarcación.



ZONA 1 – Pedras Negras y A Redonda.

Aquí encontraremos la zona más resguardada de todas. Sobre todo con Nordestes, dará abrigo total. El mar de fondo lo defiende bien y salvo afloramientos suele haber bastante clareo. La calificaríamos como perfecta para gente que empieza.



Poco fondo en general, sobre todo costeando. Bajos sueltos que podremos pescar cómodamente y además ayudará a mejorar la técnica. Marcamos en morado esta zona de arena y piedra, con algunos bajos, de poco fondo. Sobre todo en verano tendremos sorpresas de lubinas y sargos, especialmente en el alga.

Un poco más afuera, marcada en rojo, tenemos unos bajos. Un punto más que recomendable. Grandes agujeros a poco fondo, y caídas a más agua, sobre arena y roca rota. Empieza ya a haber profundidades respetables, por encima de los 16-18m. Para pescar esta zona debemos conocerla ya un poco (puede ser algo difícil de encontrar si vamos desde tierra) Mucho ojo con las embarcaciones y siempre bien señalizados. Preferiblemente con embarcación.

En azul una nueva isla, A Redonda. Agujeros, grietas y caídas. Con un poco de mar en la espuma grandes sargos, y rebuscando entre sus piedras podremos encontrar más, enrocados. Accesible para ir a nado desde costa, además, entre ella y costa estará lleno de bajos a muy poca agua, por lo que el recorrido se lleva muy bien, al ser todo el tiempo pescando. Sin necesidad de desplazamientos únicamente nadando.

Finalmente, en gris oscuro, tenemos otra isla, la Redonda de Fora. Seguimos con el fondo de los puntos anteriores. Extensiones de arena y rocas. Con bajos. En las zonas de roca agujeros y grietas. En los puntos que velan sargos a la espuma.



Podemos hacer un recorrido completo, empezando en una zona y dando la vuelta completa. Únicamente cuidado con el punto marcado en rojo, pues no es para gente que esté empezando, y debemos tenerlo bien situado. Hay ya bastante agua y una buena tirada nadando. Solo para gente experta.

Recomendaciones: linterna con bastante pila. Hay mucha grieta y agujero con grandes sargos (raquetas) que sin iluminar serían totalmente inaccesibles. Pescar tranquilo y revisando bien todo. Perfecta para la pesca al agujero.

Para los que les guste la espera, sobre todo en verano es una zona en la que hay lubina. Sobre todo en el alga. Una buena espera puede proporcionar grandes piezas. E incluso doradas.



ZONA 2 – Hasta Con Negro

Aquí nos encontramos una costa más recortada. Destaca por ser dos ensenadas, que en cada punta se alargan con unos bajos que entran hacia mar adentro. La zona interior está bastante protegida, con poco fondo, lo marcado en rojo. Los bajos que entran hacia mar, en morado.



Podemos ver en la carta que esos bajos se introducen en el mar, con cabezos que rompen. A las caídas de esos cabezos hay buenos bloques, zonas a arena y piedras. Aunque en las puntas hablamos ya de 15-16m en adelante. Entre los cabezos que rompen, sargo, pinto y lubina a la espuma.

Entre esas líneas de bajos, unas lenguas de más fondo, que forman la ensenada. Por el medio algún cabezo, bajos… Arena con piedras. Buenas zonas para pescar a más agua, con sorpresas en forma de pintos y robalos.

La orilla, muy poco fondo, recortada. Agujeros pequeños, espuma… Nada exigente para pescar.

Como comentamos antes, en verano con algo de alga puede haber una grata sorpresa en cualquier parte.



Mucho ojo en las caídas de las líneas de bajos, hacia mar adentro. Empieza a ganar agua rápidamente, con bajos y bolos. Incita a bajar. Y es una zona donde a veces se ven buenas piezas, con lo cual podemos sentirnos tentados a forzar. No ir más allá de lo que podamos.

Especial atención con la marea alta, sobre todo con un poco de mar y agua caliente. Las espumas son muy buenas para el sargo (aunque tendremos que ser los primeros en pasar)



ZONA 3 – Con Negro

Otra zona que vamos a mirar en detalle. Aunque pueda parecer relativamente pequeña nos ofrece muchísimas oportunidades y tipos de pesca diferentes. Para los que están empezando y para los más avanzados.



En morado marcamos las zonas de bajos y poco fondo. Todos estos puntos tienen profundidades inferiores a los diez metros, salpicados cada muy poco por cabezos que dependiendo de la marea rompen o están poco sumergidos. Cuando hay un poco de mar rompen y se hace especialmente efectiva la pesca a la espuma, pero con la dificultad del poco fondo. Los días en que no tiene muchas fuerza el mar y nos permite meternos sin problemas pueden terminar en grandes jornadas de pesca.

Además, estos puntos tienen en concreto una característica, en el momento que nos salimos de la zona de poco fondo, nos encontramos con grandes caídas, verticales. Algunas de ellas con grietas que a veces están llenas de sargos. Pero casi siempre veremos buenos pintos. Eso sí, rápidos, que dan pocas oportunidades y las caídas son a bastante agua.

Ofrece la ventaja que poca corriente encontramos, y en caso de haberla, siempre nos va a permitir nadar entre los bajos y volver de forma sencilla a la orilla.

La zona que vemos en rojo es la caída de esos bajos. A arena. Bolos a media agua y ya algunos profundos. Rocas sueltas… es una opción para pescar más lento a la espera, acechos o en los grandes bloques que hay (tendremos que encontrarlos antes, aunque es sencillo) Recomendamos echarles una ojeada de vez en cuando.

Y llegamos al “límite de zona” de Con Negro. Al alejarnos de los bajos (o de la punta) las caídas verticales llaman la atención. Pasamos de 0 a 20m en paredes totalmente verticales. Y de repente vuelven a subir formando una serie de cabezos/caídas que en pocas zonas de Galicia encontraremos. Entre medias, bolos a fondo, agujeros y algunas cabezos cortados con grietas verticales, grandes gorgonias y muchas veces sargos en su interior. ¿A que suena bien? Pero no todo va a ser tan bonito. Aquí se forma habitualmente una corriente bastante fuerte. Pescando desde tierra debemos tenerlo claro, y aprovechar los días en que no sea demasiado fuerte. Si no, es necesaria una embarcación. No es más que el principio de lo que nos vamos a encontrar en el Pombeiro.



Mucho cuidado con: la corriente. Según pasamos la punta de Con Negro, suele haber corriente. Nos podría hacer derivar mucho. Y también hay que estar atentos con mar, sobre todo si es de metida. Las zonas de bajas tienen muy poco fondo y si empieza a romper se complica mucho la zona.

Es una zona para dedicarle muchos días. Agujeros a miles. Caídas, mucha agua por puntos. Y grandes sorpresas.



ZONA 4 – El Pombeiro

Otro punto con nombre Propio. La isla y el faro. Nuevamente podremos ver de todo aquí. Poco fondo, mucho fondo. Agujeros de los mejores que se pueden pescar y… la mayor corriente que hayamos visto, dependiendo de las mareas.



La zona de la ensenada, que marcamos con rojo será perfecta para quien se esté iniciando. Sin corriente, abrigada del oleaje. Hay agujeros y poco fondo.

Después podremos ir hacia la isla. En el canal muy poco fondo, menos de 10m casi todo el tiempo. Con bajos salteados. Podremos empezar a notar algo de corriente, pero habitualmente poca por esta zona. Así, un buen recorrido será darle la vuelta a la isla. Todo alrededor es poco fondo, y luego ya algunas caídas con bolos.

Podemos ver en la carta como a la izqda. De la isla encontramos unos bajos (en color azul), son muy buena zona, y además cerca hay algunos restos hundidos de planchas. Buscando se pueden encontrar grandes agujeros de sargo y pinto (y a veces robalo). Marcamos con las barras en rojo las zonas de caídas donde mejores bolos se encuentran.

Lo mismo alrededor de la Isla. A las caídas marcamos en rojo las caídas.

Entramos ahora en terreno complicado, cruzar hasta el faro. Dependiendo de las mareas, coeficientes… se forman grandes corrientes. De tal medida que nos impedirán nadar contra ellas y la única solución será intentar cruzar en diagonal, hacia costa. Pero si nos metemos, puede ser que salgamos muy lejos o que nos llevemos un apuro. Por eso recomendamos que únicamente la gente experimentada, que sepa lidiar con estas condiciones, vaya hasta allí. O si no los que conozcan perfectamente el régimen de mareas. Por supuesto, con una embarcación sin problemas.

Podemos ver que alrededor de donde está el faro, es todo poco fondo. Bajos con pequeñas caídas, agujeros… Al alejarnos un poco, las caídas son mayores, llegando a 15-20m. Por la parte de fuera hay muchos bajos y agujeros también. Un sitio realmente bueno de sargo, lubina y pinto. Pero… porque por supuesto no es todo tan bonito, en esa zona solemos encontrar la mayor corriente. Y en ocasiones hay aparejos de pesca (de enmalle), con lo cual es muy peligroso, ya que con esa corriente nos metería fácilmente en alguno. Muchísimo cuidado con este tema.

Hacia el interior de la ría, rodeando el Pombeiro hay más bajos. Esta zona ya es menos accidentada, con menos bolo, y caídas a arena. Buena zona también.

Entre la Isla y el Faro, muy poco fondo, con cabezos. Todo pescable.

Para terminar la zona, en el interior, vemos lo marcado en verde. En este punto la corriente ya es mucho menor (o nula) por el abrigo de la isla y la forma del terreno. Estamos ya en interior de ría. Hay cabezos pequeños, plataforma con agujeros y alga. Sargos, lubinas o pintos deambulan por ellas. Tenemos también esa ensenada, perfecta para entrar y salir. Buen abrigo y zona ideal para quien está empezando, o no quiere encontrarse con sorpresas.



Ojo a: las corrientes llegando al faro. Y los aparejos por esta zona. Recomendamos tener una embarcación de apoyo y estar muy atentos a cualquier peligro.

Como vemos, San Vicente es muy amplio. Hemos hecho un recorrido tipo, describiendo la zona para poder meternos con una idea. Aunque tiene muchísimos trucos y secretos. Grandes robalos, corvinas, doradas o limones se capturan en estas aguas. Es de los puntos en los que hemos visto mejores agujeros y sargos más grandes. Las orillas y bajos perfectas para iniciarse en la espuma en busca de sargos.

Ahora, a pescar!

Pesca con mosca Galicia

Hoy vamos a ver esta modalidad de pesca, perfecta para ríos pequeños o muy pequeños, cerrados de vegetación y que nos impedirían pescarlos con muchos otros métodos.

Cuando pensamos en la pesca a mosca normalmente imaginamos la mosca seca o con cola de rata. Ríos amplios y lances espectaculares. Sin embargo la pesca con mosca tiene más variantes, como por ejemplo en spinning, con buldó. O con caña telescópica, fija. Es en la que hoy nos vamos a centrar.

Es un método muy efectivo y dinámico. Entretenido, al tener que clavar. Viendo los saltos con seca y permitiéndonos pescar ríos que de otra forma sería imposible. Ya no solo con mosca, si no casi con cualquier otro método. Pequeños arroyos, cauces cerrados de vegetación tanto por el exterior como dentro del río.

La técnica es muy sencilla, simplemente exploraremos los puntos en los que lo haríamos con otros cebos. Aquellos en los que pensemos que puede haber una trucha puesta para picar. La diferencia será que lo haremos con una caña telescópica, sin anillas, y un tramo de hilo corto.

Hasta hace unos años no se puso demasiado de moda esta técnica, sobre todo, por el impedimento que teníamos en las cañas. Con la aparición de carbono y la bajada de precios que ha tenido, haciéndolas asequibles a todos los bolsillos, su uso ha proliferado. Ya no es raro ver pescadores con este método (o con cebo natural con este mismo tipo de cañas)

EL MATERIAL

Otra de las ventajas es el poco material necesario. Se reducirá a: caña, hilo y moscas.

Caña: Para este tipo de pesca se suelen utilizar cañas de entre 7m y 8m de longitud, siendo las más recomendables las de 7m. Menos de esto, por ejemplo 6m, hará que tengamos que acercarnos demasiado, mostrándonos y espantando en muchas ocasiones a la pieza. Las de 8m en según qué ríos, puede ser ya incómoda, por demasiado larga. Nos será útil en ríos más grandes.

Detalles a tener en cuenta. Primero el peso, por supuesto. Cuanto más ligera, más cómoda, hay que pensar que estaremos varias horas con el brazo estirado, sujetando la caña, y puede cansar. Sobre los 300gr es lo recomendable. Y cierta resistencia. Las plegaremos y estiraremos muchas veces, y el carbono sufre desgaste ahí, por lo que es recomendable una caña un poco resistente. Otro detalle importante es la puntera, y es que no buscaremos la más sensible, como sucede pescando a cebo, si no que será mejor una que nos aporte un poco más de rigidez (por supuesto siempre dentro de punteras finas. El motivo es para la clavada, nos interesa que no ceda demasiado perjudicando una clavada eficaz. Pero ojo, no nos pasemos, porque una puntera demasiado rígida no trabajará bien, no doblará, si la pieza no tiene un peso grande.

También necesitaremos una caña potente, para, en el caso de una buena pieza, poder trabajarla y tener una cierta seguridad.

Hilo: Dependiendo de la pesca que vayamos a realizar, tipo de mosca y sobre todo piezas a capturar, elegiremos más o menos diámetro. Para la trucha, en tamaños normales en Galicia (que normalmente no llegarán al medio kg) una buena elección será un 0,16. Debemos pensar que poner un hilo demasiado grueso o muy resistente no vale de nada, puesto que la limitación vendrá dada por la propia caña. Si ejercemos demasiada fuerza, podremos romper la puntera. En caso de una trucha buena, deberemos trabajarla con calma, hasta que se canse, y luego cogerla

Así pues, un hilo entre el 014 y 0,18 será más que suficiente, recomendando el 0,16.

Moscas: Por supuesto aquí lo importante será si vamos a ir con seca, con ahogada o con ninfa. Lo veremos luego en la sección de técnica. Usaremos las mismas que con los otros métodos, mismos tipos: efémeras, tricópteros, ahogadas leonesas…

TÉCNICA

Por supuesto es imposible explicar perfectamente la técnica en un texto como este, aparte de que “cada maestrillo tiene su librillo”, pero vamos a intentar dar unos consejos generales para permitir empezar e ir mejorando a quién le interese.

Como hemos dicho, consistirá en recorrer los puntos en los que pensamos que pueda estar apostada una trucha para comer. Y aunque hay gente que le llama “floreo” e incluso hablan de mover la mosca sobre la superficie del agua, en nuestra opinión eso no es en absoluto necesario. E incluso nos atreveríamos a decir que contraproducente. En nuestra opinión es una referencia que viene de la pesca con cebo natural (saltamontes) en los que se hacía eso para darle algo de vida e incitar a la picada.

Lo que haremos será simplemente posar la mosca en un punto para dejarla recorrer, a la misma velocidad que la corriente, la zona. Nada más que eso.

Para empezar es recomendable hacerlo con mosca seca, pues veremos perfectamente si lo estamos haciendo bien o mal. La mosca no debe hacer movimientos extraños sobre el agua (ni por debajo, cuando estamos con ahogada o ninfa) simplemente derivar de forma natural.

La complicación será esa, que se vea un movimiento de forma natural. Que nos limita la longitud del hilo (corto, como veremos más adelante) Será con el movimiento del brazo y cuerpo, acompañando el movimiento. Si la arrastramos sobre la superficie, moviéndola más rápido que la corriente, o si la retenemos, al ir más lentos, perderá muchísima efectividad.

Como veremos, nos permitirá pescar en medio de la vegetación del río de forma eficaz.

La pesca la podremos hacer con mosca seca, como hemos visto. Aunque también con mosca ahogada, ninfa o en tándem (una ahogada y una ninfa, dos ahogadas o dos ninfas) Pescar con tándem complica bastante la labor por lo que es recomendable estar ya experimentado. Pescando con señuelos hundidos, como los anteriores, no vemos las moscas ni la picada. Por lo que es importante estar muy atento, llevar la línea algo tensa y así notar el toque y clavar.


Para avanzar por el río, muchas veces será más cómodo llevar la caña agarrada por el medio o hacia la parte de delante, con la mosca en nuestras manos, y la caña arrastrada por detrás sobre el agua. Especialmente en zonas con mucha vegetación, que podría hacer que enganchásemos la mosca si vamos con ella colgando y la caña por delante.

La clavada: En esta pesca es importante clavar. Aunque a veces ellas mismas lo hacen, cuando comen bien, en muchas otras ocasiones si no lo hiciésemos simplemente veríamos el salto y nada más. El pez ataca y escupe el engaño rápidamente. La clavada no debe ser un movimiento brusco, ni mover mucho la caña. Simplemente un golpe de muñeca, que la puntera se desplace apenas 20cm para tensar el hilo. Con eso será suficiente.

Cuando estamos con mosca seca será sencillo, pues habremos visto el salto (importante no perder nunca de vista la mosca) pero cuando van hundidas, se complica. Por eso debemos llevar el hilo algo tenso y cuando veamos o notemos movimiento clavar de la misma forma.

La lucha: Aquí viene otra parte importante de la acción de pesca. Una vez clavada debemos mantener el hilo tenso, con la puntera trabajando. Mientras esté tenso, no se suelen soltar, y cualquier coletazo fuerte lo amortiguará la propia caña. Una trucha grande, trabajándola bien, seremos capaces de sacarla.

No debemos intentar levantarla en el aire (salvo las de pequeño tamaño, con estas no pasa nada, porque además aunque se suelte ya íbamos a devolverla). Así la puntera sufre mucho, aparte de que será más fácil que desgarre la trucha (los anzuelos que usamos son finos y con este método no suelen tragar mucho) y por lo tanto se escape. Que no nos dé miedo de tenerla en el agua luchando, aparte de ser mucho más divertido.


Iremos recogiendo la caña, hacia atrás, poco a poco. No será necesario plegarla, simplemente ir deslizándola por detrás de nosotros. Así acabaremos con la trucha casi en nuestras manos. Se podrá también acercarla a una orilla, si es tipo playita de arena o piedras, y arrastrarla fuera, si la pieza es grande. Siempre con cuidado de no levantarla en el aire, por lo que ya comentamos.

Y por supuesto, no dañar al animal si no da la talla, para poder devolverlo al agua sin daños.

MONTAJE DEL APAREJO

Esta es una de las cosas más sencillas en esta pesca. Simplemente será un trozo de hilo, un nudo en la puntera y un nudo en la mosca. Nada más.

La longitud del hilo es lo más importante, sobre el medio metro. Con 50cm será suficiente en la mayoría de las ocasiones. En casos que el río sea bastante despejado y lo podamos necesitar, 60 o 70cm. Más será contraproducente para la clavada y manejarnos bien entre la vegetación.


Si hay algún lío, hilo tramado… pues se corta y se hace uno nuevo. Rápido y sin complicaciones.

Si vamos a usar tándem, recomiendo las microanillas. Un trao de 50cm desde la puntera, una microanilla, un trozo muy corto de hilo, como unos 5-6cm y una mosca. Y otro tramo de hilo, un pelín más largo y otra mosca.

MEJORES ÉPOCAS

Sin duda la mejor época es hacia media temporada y al final de ésta. Con las aguas más altas, puede ser más efectivo el señuelo sumergido (ahogada y ninfa) y cuanto más bajas la seca. Aunque nosotros normalmente pescamos siempre con seca, por parecernos más entretenido.

BENEFICIOS DE ESTE MÉTODO

Los beneficios son varios. Primero, poder acceder a ríos que de otra forma no sería posible, por ejemplo en verano cuando se cierran de maleza. Si a principios de temporada a cucharilla sería posible, llega un momento en que no, y ahí puede entrar la mosca.

Otro es sustituir el cebo natural por uno artificial. Sin duda nos podríais decir que con un saltamontes, grillo o incluso lombriz (miñoca) podríamos hacer lo mismo. Y sin duda es cierto. La diferencia es que a mosca es mucho más rápido, más limpio y, por qué no, no tenemos que andar matando ni cazando animales antes.


Otro beneficio es que es muy selectivo. Prácticamente todas las truchas las podremos devolver. Con cebo natural tragan mucho más (no se clava tan rápido) y aunque queramos, puede ser imposible devolver una trucha con vida.

Y otro más, lo divertido. Normalmente tendremos más saltos, más actividad, con la seca por supuesto. Con la ninfa aunque la tengamos, no la vemos. Pescando en superficie lo podremos pasar realmente bien, con un salto tras otro. Eso sí, preparémonos porque muchas no clavan. No será culpa vuestra normalmente, si no que la pesca es así.

RECOMENDACIÓN DE MATERIAL

Es una duda que siempre sale, y aunque recomendar material es un tema de gustos, más que otra cosa, vamos a poner el que utilizamos nosotros:

Caña: una Abu García Diablo Speed Pole-700. Es una caña de 298gr de peso. Construcción High carbón, acción Fast and Heavy y 685cm de longitud. Muy liviana para jornadas largas, potente y a un precio muy bueno. Por supuesto hay mil opciones, pero la relación calidad/precio de esta la hace recomendable.

Hilo: aquí suelo usar dos. Cuando es con seca, un Cinnetic Calibra, hilo que viene con el diámetro perfecto, con buena resistencia al nudo y que la verdad me da muy buen resultado. Es el mismo que uso para los terminales en mosca seca. Y cuando es ahogada o ninfa, suelo poner un Cinnetic SkyLine, fluorocarbono, con muy buena resistencia, también en el  nudo. Por soportar más kg suelo poner un diámetro un poco inferior, normalmente un 0,14.

Moscas: Sin duda la gran duda una vez metidos a pescar. Y como siempre, dependerá de mil factores y gustos. Mis recomendaciones son las que también se van subiendo como fichas de montaje, podeis verlas en la web. Tricópteros en diferentes tamaños, muy cómodos para ver en las corrientes y que flotan bien. Efémeras, sobre todo para aguas más tranquilas. Moscas de conjunto. Ninfas perdigones, clásicas como las Pheasant tail, o la oreja de liebre… Echadles un ojo en la sección de montaje de moscas y también podréis comentar en el foro.

Flotabilizador. Es recomendable echarle, si estamos con seca, esta grasa. Hará que la mosca se mantenga a flote más tiempo. Si no tendremos que estar secándola cada poco tiempo.

Pesca a la ballesta con cucharilla

La pesca con cucharilla a ballesta, es muy propia de Galicia, cuántos de nosotros, no hemos visto, ríos que en teoría son impescables, por la configuración del lugar o la vegetación. O cuantas veces, no hemos visto esa bonita Pintona apostada debajo de unas ramas, en las que ni siquiera nos planteamos el lance, pues a buen seguro, dejaríamos el señuelo en una de esas ramas o zarzales.

Pues existe una solución valida, para esta situación, no es una solución mágica, pues ahí posturas que de por si son impescables, pero con esta técnica, tendremos acceso a aquellas que antes desdeñábamos.

Esta técnica, es valida, para ríos pequeños, riachuelos y arroyos, que tienen mucha vegetación, por lo general las moradoras de estas aguas, son truchas de escaso porte, pero de una bravura y ferocidad sin igual, y se encontraran en un grado de alerta máximo, vigilando todo su entorno, así que tendremos en cuenta, varias cosas, antes de iniciar la jornada, de como vamos a actuar ante estas truchas.


Equipo necesario

En primer lugar debemos preparar nuestro equipo para esta modalidad de pesca empezando con las cañas. Las cañas a usar en este tipo de aguas, serán cañas cortas, desde los 90cm monotramo, hay varias en el mercado, hasta cañas de 2 tramos, hasta 1,60m, y una acción máxima de 10gr. Yo particularmente uso una LuckyFish de 1,60m de acción 10-30, el modelo ULLA (Ya no esta en el mercado). Lo ideal es buscar entre las cañas específicas de ballesta que podemos encontrar en el mercado.

Las cucharillas deben ser pequeñas, en tamaño 00, 0, 1, podremos usar la 2 si encontramos algún pozo profundo, y observamos que puede haber alguna Pintona por allí apostada, esperando ansiosa su preciada comida. Hay que tener en cuenta que normalmente las poblaciones de este tipo de aguas suele ser escasa, asi que lo ideal, será pescar con la cucharilla con un solo anzuelo, y a ser posible sin muerte, para devolver con ciertas garantías, a nuestra compañera de juegos a su medio.

Para ello podemos actuar de dos formas, una la mas simple, partir los dos anzuelos del triple y aplastar su muerte, o romper todo el triple, colocar una anilla, y poner un anzuelo simple sin muerte, y poder cambiarlo si cambiamos de escenario. En este tipo de aguas sobretodo abogo por el captura y suelta, por lo dicho anteriormente, son pequeñas, suele haber muy pocas, y las mayores, son los mejores reproductores de esa masa de agua.
Los colores a usar, los que al pescador mas le guste, aunque un buen surtido de ellas no seria malo, nunca se sabe cual quieren.

Elección de hilo y carrete

Para la pesca de cucharilla a ballesta usaremos monofilamentos del diámetro mas bajo, del que dispongamos, yo pesco con un 0,10 a 0,16, dependiendo del tamaño de la masa de agua, no os preocupéis por estos diámetros finos, no os lo partirán, eso si de calidad demostrada y probada, como ASSO, AWASHIMA, ASARI, etc. Si encontráis estos monofilamentos con recubrimiento de fluorocarbono mejor que mejor, aumentaremos nuestra capacidad de éxito, y disfrutaremos de una bonita batalla.

En carrete no hace falta ser muy exigente. Cualquier carrete, entre el tamaño 500 a 2500, ira perfecto y en consonancia con estas cañas, a la par de ligeros, ya que remontar un rio lanzando aquí y allá, hace mella, lo ideal, serian los carretes automáticos tipo Crack, o los ABUMATIC.

Por último no hay que olvidar una sacadera, cámara de fotos o video, guantes de neopreno, agua (para los meses estivales), teléfono móvil en caso de ir solos (dar aviso en casa a donde se va y el tiempo que se va a estar), cortaúñas, gafas polarizadas a ser posible, y una gorra (en meses estivales), Wader.

La técnica de pesca de cucharilla a ballesta

Una vez llegados al sitio elegido, montaremos el equipo, y para el agua, el lance a ballesta, se realiza, sujetando la cucharilla por el anzuelo con la mano, y el guía hilos abierto, sujetando con la otra mano, el sedal que sale de la bobina, contra el carbono de la caña, luego con la mano de la cucharilla damos tensión a la puntera de la caña y soltamos las dos a la vez, y la cucharilla saldrá disparada, a donde hallamos apuntado con la puntera, aquí os dejo un vídeo, de cómo realizar ese lance y el lance a péndulo, video grabado y editado por Jose Martinez (Nosolomosca) y el que escribe estas líneas.




Buscaremos lugares entre zarzales, arboles, flora sumergida o semisumergida, torrenteras, y pozos, donde intuyamos que pueden estar nuestras amigas las Truchas, recordad que las de mayor porte, suelen estar a la sombra, o escondidas debajo o detrás de obstáculos naturales.

Empezaremos lanzando en corto, e ir tocando todos estos obstáculos, para luego ir realizando lances mas largos, a la hora de movernos, lo haremos con el máximo sigilo posible, pues de otro modo, nos oirán y las ahuyentaremos de sus comederos y posturas de caza, en caso de que enganchemos y hagamos el evidente ruido de desenganchar, o en el peor de los casos romper la línea, no nos quedara otra que remontar entre 40/50m rio arriba, pues estas truchas se abran ocultado, y asustado a alguno de sus congéneres que estaban a su alrededor.

Lo ideal será lanzar a troncos de arboles o hierbas del agua o de las riberas, haciendo que nuestra cucharilla, caiga al agua después haciendo el mínimo ruido posible (Este tipo de lances suele ser matemático, si hay una pintona tomara nuestro engaño tranquilamente), si hacemos esto la trucha será nuestra y nos brindara una bonita pelea, con sus carreras y saltos.


En caso que la fortuna nos sonría, y tengamos una captura, la manejaremos con sumo cuidado, procurando tener la mano mojada, o el guante de neopreno, para evitar la descamación, y también la sujetaremos de forma firme pero suave evitando sujetarlas por debajo de las agallas o la boca para desanzuelarla, el uso de la sacadera nos facilitara el tenerla semisumergida y oxigenada, a la vez que el desanzuelamiento será mas cómodo también, y le causaremos un stress mínimo a nuestro oponente la trucha.